Los medicamentos falsificados son peligrosos. Aunque a menudo son fabricados en condiciones insalubres e inseguras, su aspecto puede ser el mismo que el de un medicamento auténtico. Pero, sobre todo, hay que tener claro que el medicamento no es el auténtico. Aquí hay algunas preguntas y respuestas frecuentes sobre este tema.
Algunas personas pueden decir que los medicamentos falsificados, lejos de ser peligrosos, permiten al paciente acceder a medicamentos a los que de otro modo no podrían acceder, por ejemplo, por su precio o escasez. Los que realizan esta afirmación asumen : en primer lugar, que la falsificación es una copia exacta del medicamento real y en segundo lugar, suponen que su composición no es nociva para la salud.
“Los medicamentos falsificados no son una alternativa barata al medicamento auténtico. Son una amenaza peligrosa y global para la salud. Existe una gran probabilidad de que un medicamento falsificado se haya fabricado en condiciones poco higiénicas. Asimismo puede contener muy poco, nada o demasiado del principio activo, también puede contener otras sustancias que podrían ser dañinas o, incluso, mortales. Metales pesados, ácido bórico, pintura a base de plomo o cera para el suelo son algunos de los componentes que se han encontrado en medicamentos falsificados.”
“La gente piensa que es fácil identificar un medicamento falsificado. Piensa que, si la falsificación se produce en condiciones como las que se indican arriba,
obviamente se verá como una imitación barata. Muchas personas piensan que el falsificador sólo pretende ganar dinero rápido de un comprador confiado, que no se dará cuenta de que el medicamento es falso hasta que sea demasiado tarde y el falsificador ya haya captado a su próxima víctima. ¿Creen estas mismas personas que podrían diferenciar un medicamento falsificado de uno auténtico? ¿Por qué no realiza la encuesta a continuación y, si cree que lo ha hecho bien, estaría seguro si su vida dependiera de ello?.”
La realidad es que usted no sería capaz de saber la diferencia. El falsificador no está hoy aquí y mañana en otro lugar. No vende en la esquina de la calle, en la playa. Forma parte de una red altamente sofisticada de redes criminales organizadas, y estas redes mueven un valor estimado de 75 a 200 millones de dólares al año en todo el mundo. La mayor recompensa del falsificador es cuando su producto se parece tanto al producto real, que no se puede distinguir. Cuando lo logra, puede infiltrarse en cadenas de suministro legales, así como distribuirse ampliamente a través de Internet a pacientes desprevenidos. ¿Y qué pasa si es falso? Bueno, ¿realmente le importa? Al comprar un medicamento falso , usted no está recibiendo una imitación barata, sino que está poniendo en peligro su vida, sin siquiera saberlo